domingo, 24 de abril de 2016

APAGANDO FUEGOS PAGANOS (5)-.

No podía salvarnos sólo; los candelabros en la cúpula de la iglesia se movían; una sombra bajó desde ella. No estábamos solos; yo quería irme de mi cuerpo, volverme viento. Fue su risa desquiciada lo que te despertó; miraste hacia abajo tu piel roja con ampollas y sacudiste los pies como pudiste; verte recobrarte me llenó de fe. No podríamos evitar ser heridos pero acabaríamos con ésto. Invocamos al dios; no dañaríamos a nadie, haríamos que nuestras leyendas paganas fueran olvidadas.

"Somos hijos del ciervo de siete púas,
hijos del sol, de las ráfagas de olvido de un mar profundo
en el baile de las almas olvidamos,
Esperaremos
Esperaremos
Esperaremos
Somos hijos del ciervo de siete púas,
que dormido, tiene su sombra en los caminos
de todas las noches,
(el fuego se apagó)
¡Seremos hijos del olvido, del destiempo, del pasado!
Pasado
Pasado
Pasado
¡Por el dios y su consorte que así sea!".
Ella me despertó.

                                                                                                   (Continuará...)

MARLENE IZQUIERDO
(Punto Fijo, Venezuela).

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