domingo, 29 de marzo de 2015

Mitología Egipcia

Toda persona culta sabe que Isis y Osiris representaban a la Luna y el Sol [...]. Cómo logró difusión semejante error es cosa difícil de averiguar, ya que los cronistas clásicos como Plutarco y Macrobio sabían que la Luna correspondía, en la mitología egipcia, al dios Thot -el dios de la cabeza de ibis- y que Isis era la representación antropomórfica de la estrella Sirio. El Sol era Horus, el dios halcón, y la Tierra estaba simbolizada por la dualidad Osiris-Seth, donde Osiris significaba la tierra negra, el verano, el Hemisferio Norte; y Seth, la tierra estéril, el invierno, el hemisferio Sur.  [...] La dualidad hemisférica fue un hecho cuya significación trascendió el mundo egipcio, y la vemos reaparecer en los mitos pelásgicos de Dionisos y Apolo cuya lucha y oposición fueran, como subraya Nietzsche, el tema central de la tragedia griega. Como es lógico pensar un tema de origen astronómico no podía estar ausente de las antiguas cosmogonías y, en efecto, los pitagóricos reconocían la dualidad de la Tierra a la que consideraban como dos planetas contrapuestos cuyas mutuas evoluciones determinaban las estaciones del año. [...] En el Vº milenio a.C. la dualidad religiosa ya estaba claramente establecida en Egipto. En aquellas lejanas épocas, la divinidad principal estaba constituída por las inseparables gemelas Isis-Nephti, que eran las auténticas patronas del Nilo. Se las representaba simétricamente, una, vestida de rosa sobre fondo blanco, la otra, vestida de blanco sobre fondo rosa. Isis se presenta invariablemente a los pies del Faraón difunto; Nephti a la cabecera. En las barcas solares, aparecen las gemelas en los dos extremos de una misma barca. Sus nombres egipcios eran, respectivamente, Aset y Nebt-het; y en conjunto, las dos, representaban a la estrella Sothis que era el nombre egipcio para la estrella más brillante del cielo, es decir Sirio; [...] precisamente quiere decir brillante. En cuanto a la traducción de sus nombres [...], Isis significaba "El Trono" [y] Nephti correspondía al "Ama de Llaves". [...] En este orden de ideas lo primero que corresponde plantear es la naturaleza de la coincidencia de ser Sirio una estrella binaria -constituída por Sirio A, en torno a la cual gira la enana blanca Sirio B, con una rotación completa en un período de 49,9 años- y estar representada en Egipto por dos divinidades: Isis y Nephti. [...] recién pudo ser vista la dualidad de Sirio en 1864 cuando el astrónomo norteamericano A. Clark pudo construir un telescopio refractor anastigmático con lentes de 50 centímetros de diámetro.

"Misterios Egipcios", Dr. José Álvarez López, Editorial Kier, 1973, Buenos Aires.

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