jueves, 20 de noviembre de 2014

Obscuri

De un coloquio de poesía y tragedia que se convirtió en una orgía de ninfas, sátiros, grifos, esfinges, hipopótamos, centauros, ibis y todos los eruditos presentes, por culpa de un párrafo mal traducido, nació Obscuri. No hay brujos en estos tiempos que nos hagan reir, emocionarnos y reflexionar al mismo tiempo como lo hacen estos literatos al regalarnos en cada número desde hace nueve años esa fiesta dionisíaca de palabras y relatos. Obscuri es una revista que aparece entre las neblinas del glorioso Nuevo París al ser conjurada por los sacerdotes egipcios y los oráculos de Delfos. Sus páginas se resisten a la uniformidad, en sus hojas se ve la rudeza de una máquina de escribir que no piensa rendirse, acompañada de la tipografía de un ordenador; los recortes se asoman y se funden en la hoja virgen, el diseño es desordenado y mágico como guiado por una fiesta de Baco, una publicación a la usanza sin anestesia estética, de una visceralidad propia del inframundo al cual corresponde. Obscuri viene cargada de cuentos, novelas, historia, mitología, alquimia, magia, esoterismo y una pura originalidad que se crea a fuerza de constancia y mucha insistencia. Cientos de publicaciones perecieron en el mismo tiempo que esta revista, que, como Leónidas en Las Termópilas, viene resistiendo y creciendo. No tendrá la misma suerte que aquel rey, ya que Obscuri es eterna, porque no es solo una publicación sino que también es magia.

Publicado originalmente en CULTURALIA Nº6 (junio 2011), Mdeo. Reproducido en Obscuri Nº41 (octubre 2011).

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